Agustín Vargas Medina, columnista y director de la revista Hábitat
Sin tomar en cuenta las advertencias que la sociedad civil y la oposición lanzaron, Morena y sus aliados impusieron una vez más su mayoría aprobando su reforma de simplificación orgánica, que no es otra cosa que la extinción de órganos autónomos cruciales para el país, acción que la Presidenta Claudia Sheinbaum defiende al argumentar que con ello se erradica la opacidad y la corrupción.
Esta polémica reforma desaparece organismos como el INAI, instituto que resguardaba, hasta hace unos días, datos personales de la ciudadanía y era el encargado en hacer cumplir el acceso a la información pública de parte del gobierno.
Una vez más, diputados y senadores de Morena aplicaron su aplanadora legislativa, en esta ocasión para eliminar instituciones que le han resultado incómodas a los gobiernos morenistas.
Diversos sectores de la sociedad han advertido que con esas acciones se pone en riesgo funciones fundamentales para cualquier democracia, tales como la transparencia, la autonomía, la competencia y la rendición de cuentas.
La noche del pasado 21 de noviembre, diputados de Morena y partidos aliados (PT y Verde Ecologista) consumaron la extinción del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) y de otros 6 órganos autónomos, al avalar con 332 votos a favor la reforma en materia de simplificación orgánica. Hubo 119 votos en contra.
Desde la oposición se alertó que contrario a lo que dicta la 4T, dicha reforma no erradicará la corrupción, pero sí dejará en el limbo la transparencia y la rendición de cuentas, además de que se pondrá en riesgo la protección de los datos personales.
Uno de los principales afectados con la decisión de Morena, el INAI, se pronunció en voz del comisionado presidente del Instituto, Adrián Alcalá, quien aseguró que más allá de la utilidad social que representaba el INAI, este organismo ha sido un pilar para la democracia mexicana.
Mucho se ha dicho y documentado que la reforma para eliminar órganos autónomos es una jugada que le costará más al país de lo que promete ahorrar, además de que, según los críticos del oficialismo, al absorber el gobierno funciones clave como la transparencia o la regulación energética significa no sólo un retroceso institucional, sino un golpe a la competitividad.
Lejos de recortar gastos, las dependencias federales tendrán que asumir costos mayores, todo mientras se debilitan los contrapesos y se concentra el poder. Según los opositores, este “ahorro” es sólo fachada, y el verdadero precio lo pagará la democracia.
Luego de desahogar alrededor de 300 reservas presentadas por las diversas bancadas sólo se aceptó un cambio, impulsado por Morena y presentado por el diputado Alfonso Ramírez Cuéllar, donde se contempla la creación de un Organismo Promotor de Inversiones de Telecomunicaciones.
Según explicó Morena, la creación de dicho órgano será para que concentre las funciones de la COFECE y el IFT, pero uno de sus principales objetivos es cumplir con lo que se establece en el Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, mejor conocido como T-MEC.
Para Ricardo Monreal, coordinador de los diputados de Morena, “las reformas que se han aprobado a la Constitución, son para frenar el saqueo, revertir las privatizaciones y evitar el desmantelamiento del Estado nacional, darle lugar al Estado mexicano que sea el rector de la economía y el rector social de la sociedad”.
Todo ello, por supuesto, en contra de la transparencia, la autonomía, la competencia y, sobre todo, la rendición de cuentas por parte del gobierno en turno, elementos básicos de la democracia que, sin duda, quedarán en el limbo.
Consumo se desacelera
Ayer el INEGI dio a conocer algunos datos interesantes sobre la inversión y el consumo en México, durante el noveno mes del año, el último del sexenio anterior.
Destacó el organismo que durante septiembre, la inversión y el consumo se contrajeron -0.8% y -0.3% mensual, con debilidad particularmente en la importación de bienes de consumo (-4.1%) y maquinaria y equipo importado (-3.3%) reflejando la depreciación del tipo de cambio, lo que anticipa una desaceleración en el consumo en los siguientes meses.
Recordemos que el consumo privado se recuperó desde el segundo semestre de 2022 impulsado por la mejora del mercado laboral, los elevados flujos de remesas y un peso fuerte, factores que, sin embargo, comienzan a revertirse.
Hacia adelante, se espera que el consumo continúe desacelerándose debido al menor aumento de los ingresos de los hogares, altas tasas de interés reales y depreciación del tipo de cambio.
Reportero/editor con más de 35 años de experiencia
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