En ella había
Una noche sin luna en la que las estrellas aprendieron a brillar solas, él transitó por un camino sin destino, descubrió un árbol sin sombra, un mar sin olas, una historia sin final, un poema sin sentimiento, una flor sin aroma, una pareja sin futuro. Apareció un reloj sin manecillas, un calendario sin fechas, un corazón sin recuerdos.
Él y ella
Aprendieron juntos a vivir con la pasión a flor de piel, a utilizar todos sus sentidos, a ver la belleza más allá de lo ordinario, a oír más que escuchar los gemidos como una melodía de fondo que enmarca cada encuentro, a disfrutar del tacto de la piel con piel y a saborear los besos con pasión infinita.
En esos encuentros sin medida de límites ni tempo en el que la pasión tenía su propio lenguaje; la vista alegraba el ambiente íntimo sin amaneceres y las caricias y las explosiones de felicidad se multiplicaban de una manera natural, donde se escribían nuevas historias en la piel erizada de felicidad; sin primaveras ni inviernos se detenía el tiempo.
Guillermo Saldaña Caballero, El Caballero de la Voz, El Poeta del Corazón
Muy original felicidades
Wow! Memo felicidades, gracias por compartir. Que sean muchos libros más.
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