Los magnates ahora presionan por la sobrerrepresentación
*La vieja mafia oligárquica intenta mostrar músculo político
*Ricardo Salinas, evasor de impuestos, exige seriedad política
Juan Barrera Barrera/Politólogo, egresado de la FCPyS-UNAM
La IP busca influir en la sobrerepresentación en el Congreso de la Unión
Es la hora de los magnates. Los grandes empresarios agrupados en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) y en el Consejo Mexicano de Hombres de Negocios este domingo decidieron subirse a la discusión sobre el tema de la sobrerrepresentación de diputados federales y senadores de la República y presionan al INE y al Tribunal Electoral, por medio de un desplegado, en donde solicitan que no favorezcan a Morena y sus aliados PT y Verde.
Son los mismos oligarcas que hace ya 20 años, en colusión con el entonces presidente Vicente Fox Quesada, hicieron lo imposible para que Andrés Manuel López Obrador no llegará a ser candidato a la presidencia de la República en 2006, a través de un ardid jurídico muy mal maquinado y que finalmente no prosperó.
De nueva cuenta los magnates intentan mostrar músculo y reavivan un viejo enfrentamiento. No pudieron doblegar a un testarudo y aferrado político, a pesar de que no llegó a Palacio Nacional en ese año por un apretadísimo resultado de la elección que favoreció a Felipe Calderón Hinojosa, que siempre estuvo apoyado por el sector empresarial más conservador del país, pero sigue cargando con la sombra de la sospecha de fraude electoral.
Los dueños del dinero, alineados con la derecha política, no quieren que nada cambie, o que todo cambie, pero para que ellos sigan usufructuando los recursos del país sin obstáculos. Argumentan lo mismo que las dirigencias del PAN y del PRI: que la mayoría calificada es un acto violatorio de la constitución, concretamente el artículo 54, y que la reforma al judicial ahuyentará las inversiones en nuestro país, por lo que pronostican un escenario de caos social y económico para el país en los próximos años.
Estas expresiones políticas del empresariado mexicano, de los grandes capitales, es parte de la lucha histórica por el proyecto de nación. Siempre han estado ligados al poder del cual se han favorecido y que el proceso democrático poco le ha importado, siempre y cuando no sientan que sus intereses sean afectados por dirigentes con poder popular como es el caso de López Obrador.
En realidad, con el régimen de la Cuarta Transformación los grandes magnates no han sido afectados, todo lo contrario. Según los datos de Forbes, de 2018 a 2024, la riqueza de Carlos Slim aumentó 52.2%, la de Germán Larrea 61.2%, la de Ricardo Salinas 88.7%, la de María Asunción Aramburuzabala 6.7% y sólo la de la familia Bailléres descendió 24%.
Estos son los cinco multimillonarios a los que el martes, en su conferencia mañanera, el presidente los exhortó a que opinaran sobre los documentos que difundieron, el domingo, los dos grandes organismos empresariales (CCE y CMN) a los que pertenecen, con relación a la sobrerrepresentación legislativa que está por definirse en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, y a la reforma judicial.
El evasor de impuestos, Ricardo Salinas, pide seriedad
Mediante un desplegado, los empresarios hacen un llamado a las autoridades electorales a una interpretación “sensata, justa, equilibrada y apegada a la Constitución, y a la voluntad del pueblo mexicano para la designación de espacios en la Cámara de Diputados”. Vaya conceptos en boca de los oligarcas para quienes la única sensatez es la ganancia sin medida. Ahora quieren dar clases de justicia a los órganos electorales cuando por muchos años gozaron de lo exenciones de grandes porcentajes de impuestos pagando salarios de miseria a sus trabajadores. Para ellos la explotación de los trabajadores es sensatez.
AMLO atajó de inmediato los ímpetus “democráticos” de los integrantes del Consejo Coordinador Empresarial y del Consejo Mexicano de Negocios y los contrapunteó. De los cinco grandes empresarios a los que se refirió el mandatario que se pronunciaran sobre lo expuesto por los dos grandes bloques empresariales ninguno respondió, salvó Ricardo Salinas Pliego.
El estridente dueño de Elektra y de TV Azteca respondió casi de inmediato, a su peculiar manera, utilizando su cuenta de X. “Encuesta para mis seguidores y odiadores pagados. ¿Es democrático, correcto y constitucional que el partido en el poder y sus aliados, el PV y el PT, se adjudiquen el 75% de las curules en la @Mx_Diputados, cuando el pueblo les otorgó SOLAMENTE el 54% de los mismos?
Posteriormente el evasor de impuestos agregó: “Estimado Presidente @lopezobrador_ de verdad, respetados y escuchados empresarios? Por favor! Seamos serios. Ccp #Bañagatos y demás paleros de las mañaneras. López Obrador, sin embargo, indirectamente le respondió con una denuncia pública. El miércoles dio a conocer que, a través de un oficio dirigido a la presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Norma Piña, advirtió que la conducta dilatoria en que ha incurrido para resolver un expediente fiscal por 35 mil millones de pesos “constituye una acción legal de protección de protección de las conductas de defraudación fiscal de aquellos que retirada y obcecadamente han faltado a sus obligaciones contributivas por décadas”. AMLO se refiere al Grupo Salinas, al que no lo menciona expresamente.
La mafia del poder económico añora los viejos tiempos
Los negocios de los multimillonarios del Consejo Mexicano de Negocios representan el 17% del PIB del país y sus 61 integrantes participan en sectores clave de la economía como la construcción, alimentos, finanzas, telecomunicaciones, minería, petróleo, tiendas minoristas, aeropuertos, transportes, entre otros.
Sí, son un grupo de presión muy poderoso económicamente, pero moral y moral y políticamente derrotados en las elecciones del 2 de junio, junto con sus aliados ideológicos y administradores del PRI y del PAN. López Obrador les advirtió que el Estado no sería más un administrador del capital, aunque se ha apoyado en ellos durante su sexenio, a cambio de jugosos contratos, incluso creó un cuerpo empresarial asesor de su gobierno en el que estuvo su ahora enemigo, Salinas Pliego.
Los representantes de la iniciativa privada no han entendido el cambio de régimen que se ha propuesto el proyecto de la 4-T, en el que el Estado mexicano está llamado a jugar un papel preponderante en el desarrollo económico y social del país. Se puede estar en desacuerdo con el pensamiento de AMLO, pero es una nueva época y los ricos parecen no entenderlo: están cómodos en seguir siendo parte de la mafia del poder que sigue liderando Carlos Salinas de Gortari.
Reportero/editor con más de 35 años de experiencia
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